Manifesto Artistico
“Me depuro mientras ensucio con el ruido.”
— Don¢ello
Don¢ello explora la tensión entre lo analógico y lo digital, lo tradicional y lo tecnológico – mundos que el artista ha habitado simultáneamente. Crecer, nacer entre lienzos, música y versos. Se renace en cada transición de vida –también por sus "shocks"– al encontrarse dentro de una realidad que es una mentira, llegan los momentos claves de disyuntiva: inercia o ruptura.
Y de lo que se asume permanente, lo cotidiano, no es otra cosa que un pasaje deleble: escribir cartas a mano, hacer llamadas marcando los números en la rueda (marcado de pulso), escuchar música en 8-tracks, vinilos y cassettes, jugar en la calle; hasta la era tecnológica donde llegaron las consolas Atari, la emblemática Commodore 64 como su primera computadora personal.
Se sacrificó la calidad por la cantidad con las primeras plataformas de música digital, esa pérdida de la incertidumbre –y a la vez emoción por saber si quedarán las fotos al revelar el rollo de 35mm; con el “bonus” del riesgo de que también se perdieran por siempre– por la inmediatez de la fotografía, el llegar bien preparados a un estudio de grabación porque no existía el lujo de hacer decenas de tomas (porque el costo de cada “reel”), a lo que significa grabar en un estudio en la actualidad. Todo se resume a esa inmediatez y capacidad del “undo” o de tener esa copia de seguridad en una nube, la búsqueda de la perfección nos ha alejado de fruir la fugacidad del momento.
Mediante el uso de NIMB (No Input Mixing Board), el artista genera paisajes sonoros que existen en el espacio intermedio entre intención y accidente, entre señal y ruido. El feedback – tradicionalmente considerado un "error" – se convierte en el elemento central de la "composición". La fascinación por este medio reside precisamente en su naturaleza irrepetible: el sonido logrado en una sesión es imposible de replicar; si no se graba, se pierde para siempre.
Esta cualidad efímera desafía la actual cultura de reproducibilidad digital y la expectativa de consistencia en la música “mainstream”. Don¢ello rechaza conscientemente la estructura tradicional de "verso, coro, verso, puente…” y los interminables ensayos para lograr una interpretación estándar. En su lugar, cada grabación es apenas una "fotografía sonora" de un momento único, y cada performance en vivo una experiencia nueva e irrepetible donde el público es invitado a escuchar activamente más que a reproducir lo ya conocido.
Las performances, realizadas siempre a nivel del suelo, rechazan la elevación literal y figurada del artista sobre su audiencia, buscando una horizontalidad que desafía las jerarquías establecidas. El acto de "jugar" música, que en francés se dice "jouer" y en inglés "play" –término preferido por el artista sobre "tocar"– enfatiza el elemento lúdico, experimental y abierto de la creación sonora.
Las performances, realizadas siempre a nivel del suelo, rechazan la elevación literal y figurada del artista sobre su audiencia, buscando una horizontalidad que desafía las jerarquías establecidas. El acto de "jugar" música, que en francés se dice "jouer" y en inglés "play" –término preferido por el artista sobre "tocar"– enfatiza el elemento lúdico, experimental y abierto de la creación sonora.
A través del simbolismo, se cuestiona el valor asignado al arte en un sistema de canibalismo capital; representando visualmente la coexistencia de dos realidades (tradicional/digital) que nunca se fusionan completamente. Se critica la opulencia y narcisismo presentes en la cultura musical "mainstream", particularmente en géneros donde artistas frecuentemente alardean de su riqueza material mientras crean desde posiciones elevadas.
En contraste, Don¢ello propone una subversión deliberada de estas narrativas de éxito basadas en la acumulación y la ostentación, optando por el valor mínimo frente al máximo, por lo horizontal frente a lo elevado.
En un coqueteo filosófico, se expresa:
«Me depuro mientras ensucio con el ruido».
Es también un cuestionamiento: ¿Qué es música sino la re-interpretación del sonido, del ruido y las emociones? ¿Por qué no escuchar el sonido como lo que es en sí mismo?
Don¢ello no pretende resolver la dicotomía entre estos mundos, sino habitar el espacio liminal donde ambos conversan, se interrumpen y ocasionalmente se iluminan mutuamente.